viernes, 27 de febrero de 2015

Una velada con Peter Jackson PARTE II

Me complace veros de nuevo en la máquina del tiempo para terminar este viaje hacia el pasado de Peter Jackson. Tras haber hablado sobre la gamberra Bad Taste en la anterior entrada, en esta ocasión es el momento de hablar de la gran Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro (1992). Con este título sobran presentaciones, es de saber que cuando se va a visionar una cinta con este nombre vas a sumergirte en una aventura de lo más bizarra y divertida. Con esta película el director neozelandés se consagró en el cine de serie B, marcando un antes y un después de las películas gore y además, consiguió hacer una película de zombies novedosa sin caer en el cliché de siempre relativo a los muertos vivientes.



La trama trata sobre un científico que descubre en Skull Island un ejemplar muy extraño de mono rata al que acompaña una terrible maldición, según los nativos. El ejemplar es trasladado a Nueva Zelanda para su estudio. Lionel (Timothy Balme), por su parte, es un joven que vive con su insoportable madre, que no aprueba la relación que acaba de comenzar con Paquita (Diana Peñalver), la hija del tendero. Cuando los dos enamorados realizan una visita al zoológico, su madre les  estaba vigilando en secreto cuando de repente es mordida durante la visita por el animal encontrado en la isla. Poco a poco, la madre de Lionel se va convirtiendo en una especie de zombie ávido de carne que convierte, a su vez, en zombie a todo al que muerde.

Bajo esta disparatada historia, nos encontramos una película muy gamberra, en la que veremos al pobre Lionel pasándolas canutas para ocultar a su madre del mundo y a los nuevos zombies que ella va transformando. Los puntos centrales de la historia son el humor negro, que está presente durante toda la película, como en el momento de sacar a pasear al bebé zombie al parque y el desastre que ocasiona; y el gore más explícito, el cual se traducirá en todas las formas posibles de morir, ya sea con bombillas, batido en la batidora, con cortacésped o incluso a patadas ninja a manos de un cura.

Hora de cortar las malas hierbas
    
La fotografía de esta película es sublime, haciéndonos estar metidos de lleno en esta atmósfera tan cruenta y bizarra, donde predominarán los espacios cerrados, ambientes oscuros y el color rojo. A esto le acompaña una excelente banda sonora que al igual que en Mal Gusto, nos deleitará con mil sonidos repugnantes de vísceras y desmembramientos.

En este film queda clara la evolución de Peter Jackson como cineasta y sobre todo como director respecto a Bad Taste. Aunque lo seguirá perfeccionando en películas posteriores, esto tiene mucho más valor en esta época ya que aún no estaba introducido en el mundo hollywoodiense.

¿Por qué ver esta película?

Esta obra es considerada por muchos medios una de las mejores del cine gore y de serie B de la historia, cosa con la que estoy muy de acuerdo. ¿Harto de ver películas de zombies iguales siempre? Descubre esta oda a lo grotesco con la que estarás durante todo el metraje sin parar de reír con situaciones de lo más absurdas a la par que violentas. Échale un ojo, verás como no te arrepentirás.

Bueno, y con esto da por concluido este viaje hacia el pasado de Peter Jackson, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo viendo estas películas y no os alejéis mucho de esta caverna, porque se avecinan hordas de engendros y demás seres que tendremos ocasión de conocer en próximas entradas. Un saludo queridos compañeros y fans de lo grotesco. 

Después de un trabajo bien hecho, un cigarrito "pal" pecho.
     

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