miércoles, 25 de marzo de 2015

Aventuras bizarras y sensuales

Hola de nuevo compañeros de lo bizarro, poneos el casco espacial y entrad a la nave, porque hoy nos vamos de viaje con Barbarella al planeta Lythion. Esta cinta de culto de 1968 que combina sin complejos ciencia-ficción, erotismo y comedia psicodélica, trata la historia de Barbarella (Jane Fonda), una intrépida cosmonauta del año 40.000 que recibe la misión de viajar hasta el planeta Lythion para encontrar a un científico desaparecido, el doctor Durand-Durand (Milo O'Shea). A partir de aquí, vivirá unas serie de alocadas aventuras en las que pondrá en peligro su vida. Este film está marcado por el erotismo que es un personaje más de la película; ya que Barbarella está dispuesta a todo con tal de cumplir su objetivo, y además descubrirá el sexo en todas sus vertientes ya que en la Tierra solo lo realizan con pastillas y dándose la mano.






Esta obra de Roger Vadim está basada en la obra homónima que publicó el dibujante francés Jean-Claude Forest que consistía en una breve tira dentro de la revista V Magazine en 1962, aunque la notoriedad no le llegaría hasta dos años más tarde cuando fue recopilada en un álbum conjunto. Esta adaptación cinematográfica representa a la perfección el estilo del cómic, y se ve muy bien reflejado en la estética futurista donde no faltan artilugios tecnológicos imposibles, plástico, metal, cartón-piedra y felpa por doquier.

Los efectos especiales utilizados no son nada malos para la época, aunque escenas como en la que Barbarella es atacada por una manada de muñecos asesinos más que agobio puede producir en el espectador alguna que otra carcajada; sin embargo todo esto se perdona porque va en el carisma de la película, con sus batallas llenas de explosiones, su estética pop y sus psicodélicos escenarios.





En el apartado actoral, encontramos a una genial Jane Fonda que aún con su papel de chica dulce e "inocente", despliega sensualidad en cada plano, desde el inicio con su striptease a gravedad 0 hasta cuando es "torturada" en una máquina llamada orgasmatrón, creo que no es necesaria una explicación sobre en qué consiste dicho artilugio. El resto de las actuaciones son pasables, algunos algo mejor y otros que directamente deberían haber sido parte de alguna de las explosiones del film.

La banda sonora es un gran punto a favor de este largometraje, ya que acompaña muy bien las situaciones y aporta contenido al film, de no ser por ella esta película perdería bastante de su atractivo. Los efectos sonoros tampoco están mal, aunque efectos como el del teletransporte de objetos, el cuál es claramente una cuerda vibrando al estilo de los principios de Mickey Mouse, dejan mucho que desear .




¿Por qué ver esta película?

Esta película representa un icono del erotismo en el cine, cosa que no es muy dada hoy en día en películas de ciencia ficción. Esta combinación de elementos lejos de caer en humillación para un género u otro, crea una unión muy efectiva en pantalla que atrapa al espectador en estas hilarantes aventuras que se desarrollan y no podrá parar hasta ver como Barbarella triunfa, o no, en la ciudad del vicio y en su misión. Toda una obra de culto bastante palomitera que te sacará más de una sonrisa.



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