miércoles, 25 de marzo de 2015

Los muertos han regresado...¡Al blog!

Muy buenas queridos compañeros de ataúd y vecinos de lo bizarro, en esta velada nos encontramos en el que quizás sea el lugar más simbólico del cine de terror, el cementerio. La película de la que os hablaré en esta ocasión es uno de esos clásicos del cine de muertos vivientes al más puro estilo bizarro y gamberro, como muchos ya habréis adivinado, no es ni más ni menos que El regreso de los muertos vivientes (Dan O'Bannon, 1985). 

La película narra como durante el turno de noche de su trabajo en la morgue, Frank (James Karen) cuenta a Freddy (Thom Matthews) que los hechos narrados en la película "La noche de los muertos vivientes" fueron reales, pero han sido ocultados por las autoridades. Para convencer al chico de que no miente, le lleva al sótano, donde le enseña un barril que contiene a uno de los zombies, que al quemarlo, extienden el vapor hasta las nubes y al llover, provoca el regreso a la vida de los muertos del cementerio cercano, donde se encuentran unos jóvenes punk que tendrán que sobrevivir a la llegada de los muertos.





Este largometraje, que hereda estética y humor negro de películas grandes como la fantástica Evil dead (de la cual hablaremos un día), fue uno de los precursores del afán de los zombies por los cerebros y uno de los pocos que ha aportado un grano de arena a las películas de zombies, ya que siendo sinceros, hay multitud de películas que no aportan nada nuevo; sin embargo esta cinta se ha convertido en todo un hito de este cine. Otro hecho característico de esta película es que presentan a unos zombies que no mueren si les atacas en el cerebro y que no son tan tontos como a los que estamos acostumbrados, que sólo se mueven por la inercia a comer carne viva, si no que presentan pequeños rasgos de inteligencia, como el momento en el que Tina se encierra en un armario para que no le coma un muerto, y este mediante unas cadenas hace una polea para abrir la puerta. Este hecho rompe los esquemas de cualquier película de zombies y le da mucho juego a la trama ya que hasta los protagonistas tendrán alguna conversación con ellos.


La banda sonora de la peli es otro de los encantos de este clásico del serie B ya que está compuesta íntegramente por canciones de rock y punk, algo que concuerda mucho con la estética de los protagonistas y del film en general. Un momento que se queda grabado de esta película es sin duda el sensual striptease de una de las protagonistas sobre una tumba con música de fiesta de fondo y sus compañeros agitando luces a su alrededor. Y a este cóctel le pone la guinda el gore más loco, el cual es bastante malo en efectos pero sin duda despertará carcajadas y hará que disfrutes cada momento de la película.


¿Quién no se haría zombie con estas vistas?

¿Por qué ver esta película?


Esta película es una gran combinación de zombies, gore, erotismo y punk, los grandes pilares del serie B por antonomasia vaya. La mejor forma de ver esta cinta es poniéndola con los amigos, acompañados de cerveza y ganas de pasárselo bien porque estáis a punto de ver una de las mejores películas de zombies jamás hecha, dirigida por el guionista de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), disfrutaréis de delirantes escenas en las que los protagonistas tendrán que darlo todo para salir del cementerio, y en ese camino no faltaran los desmembramientos y las situaciones más cómicas.


Aventuras bizarras y sensuales

Hola de nuevo compañeros de lo bizarro, poneos el casco espacial y entrad a la nave, porque hoy nos vamos de viaje con Barbarella al planeta Lythion. Esta cinta de culto de 1968 que combina sin complejos ciencia-ficción, erotismo y comedia psicodélica, trata la historia de Barbarella (Jane Fonda), una intrépida cosmonauta del año 40.000 que recibe la misión de viajar hasta el planeta Lythion para encontrar a un científico desaparecido, el doctor Durand-Durand (Milo O'Shea). A partir de aquí, vivirá unas serie de alocadas aventuras en las que pondrá en peligro su vida. Este film está marcado por el erotismo que es un personaje más de la película; ya que Barbarella está dispuesta a todo con tal de cumplir su objetivo, y además descubrirá el sexo en todas sus vertientes ya que en la Tierra solo lo realizan con pastillas y dándose la mano.






Esta obra de Roger Vadim está basada en la obra homónima que publicó el dibujante francés Jean-Claude Forest que consistía en una breve tira dentro de la revista V Magazine en 1962, aunque la notoriedad no le llegaría hasta dos años más tarde cuando fue recopilada en un álbum conjunto. Esta adaptación cinematográfica representa a la perfección el estilo del cómic, y se ve muy bien reflejado en la estética futurista donde no faltan artilugios tecnológicos imposibles, plástico, metal, cartón-piedra y felpa por doquier.

Los efectos especiales utilizados no son nada malos para la época, aunque escenas como en la que Barbarella es atacada por una manada de muñecos asesinos más que agobio puede producir en el espectador alguna que otra carcajada; sin embargo todo esto se perdona porque va en el carisma de la película, con sus batallas llenas de explosiones, su estética pop y sus psicodélicos escenarios.





En el apartado actoral, encontramos a una genial Jane Fonda que aún con su papel de chica dulce e "inocente", despliega sensualidad en cada plano, desde el inicio con su striptease a gravedad 0 hasta cuando es "torturada" en una máquina llamada orgasmatrón, creo que no es necesaria una explicación sobre en qué consiste dicho artilugio. El resto de las actuaciones son pasables, algunos algo mejor y otros que directamente deberían haber sido parte de alguna de las explosiones del film.

La banda sonora es un gran punto a favor de este largometraje, ya que acompaña muy bien las situaciones y aporta contenido al film, de no ser por ella esta película perdería bastante de su atractivo. Los efectos sonoros tampoco están mal, aunque efectos como el del teletransporte de objetos, el cuál es claramente una cuerda vibrando al estilo de los principios de Mickey Mouse, dejan mucho que desear .




¿Por qué ver esta película?

Esta película representa un icono del erotismo en el cine, cosa que no es muy dada hoy en día en películas de ciencia ficción. Esta combinación de elementos lejos de caer en humillación para un género u otro, crea una unión muy efectiva en pantalla que atrapa al espectador en estas hilarantes aventuras que se desarrollan y no podrá parar hasta ver como Barbarella triunfa, o no, en la ciudad del vicio y en su misión. Toda una obra de culto bastante palomitera que te sacará más de una sonrisa.