sábado, 13 de diciembre de 2014

¡Los payasos asesinos han llegado!


Bienvenidos todos a mi hogar, mi pequeña caverna en la que todos tenéis un hueco para disfrutar de un cine al que la gente no está acostumbrada,  un cine que si no conoces, te brindaré la oportunidad de conocer, porque seamos sinceros y justos, para conocer el cine hay que ver tanto las mejores como las -en muchos casos erróneamente nombradas- peores, el denominado CINE BIZARRO.

Me declaro un fan incondicional de este cine, el cual descubrí hace años y la verdad, es que cada película no te dejará indiferente, ya que mínimo te vas a echar unas risas, y al fin y al cabo, de eso se trata el cine, de pasar un buen rato. Y para que no sepa lo que es el cine de serie B, ha llegado su momento de conocerlo.

El cine de serie B es un tipo de cine comercial de bajo presupuesto. Suelen ser historias fantásticas y de terror cuya crítica solía ser bastante mala, eso en el mejor caso, ya que muchas películas eran obviadas. El serie B tuvo un subgénero, el serie Z, cuyo presupuesto era aún más bajo. Pero este género lejos de ser algo malo, yo lo veo como un estamento en la historia del cine, y esto es, que siempre habrá una forma de hacer cine si tienes ganas y una historia que contar.

Y sin más dilación, he decidido comenzar este blog hablando de mi película favorita y por antonomasia todo un icono del cine de serie B, incluso Z, que es ni más ni menos que "Los payasos asesinos del espacio exterior" de Stephen Chiodo (1988). ¿Quién no conoce a alguien a quien le den miedo los payasos? El carácter de estos bizarros personajes puede llegar a ser terrorífico, como en la película IT, pero en este caso, lo último que vamos a sentir ante esta película, es ese sentimiento.




La historia comienza cuando un meteorito cae a la Tierra y este resulta ser una carpa de circo llena de malvados payasos asesinos. Cuando Deb y Mike van a investigar el meteorito y se encuentran con esta sorpresa, huirán por los pelos hasta llegar a la comisaría donde no les creen. Mientras tanto en la ciudad cunde el caos por los estragos de los payasos.

Bajo esta premisa encontramos una película que lejos de dar miedo, provocará risas constantes y una tensión bastante buena. Los efectos son bastante mediocres  para la época, teniendo en cuenta que 11 años antes ya había sido estrenada Star Wars; pero en realidad esto no es ni mucho menos un defecto por dos razones, el presupuesto no sería muy abundante y esta estética es la que de verdad gana a los espectadores.


La película nos brinda unas buenas perlas como el perro globo rastreador, las sombras mágicas o la escena en la que vemos a las palomitas asesinas atacando a una mujer; sin olvidar su banda sonora ochentera bajo la dirección musical de John Massari y cabe destacar una canción, la del comienzo, del grupo punk The Dickies:



Otro gran punto de esta película está en el maquillaje, muy acorde a los efectos visuales, ya que en vez de estar pintados los actores, llevan un traje íntegro desde la cabeza a los pies para dar el aspecto bizarro y de marciano; aunque precisamente este detalle es el que más chirría en nuestra cabeza, mientras ves el filme, ya que la credibilidad de estos payasos es nula, pero precisamente esto es quizás lo más atrayente, encantador y para recordar de este hilarante largometraje.

¿Por qué ver esta película?

Esta película merece ser vista con un par de cervezas y tus amigos al lado, ya que pasarás una muy buena tarde y una gran panzada a reír. 

¿Harto de tanta fantasía hollywoodiense? Sumérgete en este bizarro y alocado mundo payasil en el que las risas y el disfrute estarán acompañados de una buena banda sonora y unos efectos super cutres de los  que todos disfrutamos.

Así que si aun no le has echado el ojo, mueve el culo, consíguela, llama a los colegas, sacad las pelucas y las palomitas, no te arrepentirás.